Quisimos hacer una excursión a un lugar diferente. Entre varias alternativas teníamos «Roraima»…

Buscamos información sobre todo para saber qué se requería y para ello, nos comunicamos con Turismo Maso; nos orientaron con la información necesaria y a su vez, nos ofrecieron la posibilidad de coordinar todo lo que solicitábamos.

Nos decidimos e iniciamos el viaje. La primera impresión cuando recién llegamos a la Gran Sabana, fue: «escogimos la opción perfecta». Es increíble y única su naturaleza; y la invitación siempre es abierta a desconectarte de la cotidianidad  preocupándote sólo por disfrutar y llenarte de buenas energías.

La historia sería interminable si me detengo en tantos detalles de la excursión. Mi invitación es a que no duden en vivir esta experiencia, ¡tienen que hacerla… es simplemente increíble!. Mis ojos se llenaron de una sabana sin igual, pasos de río con anécdotas -por cierto- de gran importancia para los indígenas locales, un tepuy milenario que guarda secretos inimaginables y una vibra que te llena de energía y más ganas de disfrutar». Así fue mi primer encuentro con este maravilloso lugar.

Camino de vuelta
Llegamos finalmente a Santa Elena de Guairén para emprender el camino de regreso. ¡No queríamos volver!… la magia del lugar  se queda corta junto a todo lo que nos regaló -creó en el grupo un sentimiento de tranquilidad, cooperación y equilibrio- que a pesar del esfuerzo físico que implica una excursión de varios días nos sacó una sonrisa y la satisfacción de haber vivido un viaje inolvidable!.

Carlos Labrador

Gerente de  Investigación y Estrategia Digital

Etiquetas: Gran Sabana, Roraima, Selva, Turismo nacional