Las ciudades y destinos deben transformarse para crear mejores experiencias y ofrecer productos y servicios personalizados a un nuevo turista que incorpora “interactividad”, “capacidad de influencia”, “vínculo con las nuevas tecnologías” y “vive a golpe de click”, según afirma la experta en marketing turístico, Estrella Díaz, en el ‘Informe turismo post-covid’, publicado por open-ideas.es.

La irrupción de las tecnologías inteligentes, la mayor conectividad, el uso de dispositivos móviles y la difusión de los medios sociales “han propiciado una disrupción en el turismo”. Esto es consecuencia del nuevo comportamiento de los turistas que están más informados y son más exigentes.

Así, Estrella Díaz afirma que es necesario la creación de “sistemas inteligentes que estén enfocados hacia la integración e interacción entre destinos y usuarios”, es decir, la creación de destinos turísticos inteligentes (DTI). Para certificar los DTI españoles se encuentra Segittur, quien se basa en cinco parámetros: gobernanza, sostenibilidad, accesibilidad, innovación y tecnología.

Según Díaz, el desarrollo de estos elementos por parte de los destinos turísticos creará “un espacio inteligente donde será mucho más fácil la toma de decisiones por parte de consumidores, organizaciones y entidades públicas”. Esto les permitirá incrementar su competitividad y un mayor aprovechamiento de los recursos. Además, recalca la importancia de “la innovación y la tecnología” en la creación de los DTI.

Auge de nuevas tecnologías

En la actualidad, el mayor reto para el sector turístico es definir cómo se reinventará para adaptarse y evolucionar. En este sentido, Díaz apunta que la excelencia, la transformación digital, la inteligencia turística y la sostenibilidad “son la clave del éxito de los destinos turísticos”.

Entre las aplicaciones innovadoras destaca la realidad aumentada, una tecnología que “atrae a los usuarios a través de la interactividad y ofrece una experiencia envolvente al usuario”, afirma Díaz.

Pero existen diversas aplicaciones tecnológicas (big data, The Internet of Things, sensores, wearables, o sistemas móviles) que permiten la personalización de los servicios y facilitan la creación de experiencias únicas en función del perfil del usuario y comportamiento de compra.

El avance en el uso de la señalización interactiva, la realidad aumentada y las herramientas de navegación, para ayudar a los turistas a encontrar atracciones y servicios locales, permite a las ciudades gestionar los flujos turísticos y la congestión. “De esta forma se generará comodidad, rapidez y disponibilidad inmediata de información con respecto a servicios ofrecidos en el destino”, asegura Díaz.

Por ello, Díaz insiste en que en la planificación de las ciudades, la inversión en tecnología debe tener mucho peso, ya que permite incrementar la calidad de los destinos y ofrecer soluciones que beneficien a los turistas y a los residentes locales. A nivel europeo, existen numerosos ejemplos de soluciones inteligentes en ciudades como Smart CityCards (Viena), MyStreetBook (Madrid) o CabTab (Amsterdam).

Turismo en tiempo real

El gran cambio ha sido la creciente sofisticación de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. La inteligencia artificial es el motor de personalización que impulsa la conversión digital en todos los sectores, dando a las marcas la capacidad de entregar el mensaje correcto al cliente adecuado en el momento adecuado para impulsar el comportamiento de compra.

De este modo, uno de los principales desafíos de los DTI es la creación de un turismo en tiempo real a través de la interacción con el cliente, obteniendo información sobre opiniones y sugerencias del turista. Existen algunos ejemplos como Helsinki, que ha recibido un reconocimiento por su aplicación WeChat, que está adaptada a las necesidades de los visitantes chinos de la ciudad.

Pero para tener éxito, no solo hay que hablar con el turista, también debe existir comunicación y trabajo con los empleados y con el sector privado. De hecho, según Díaz, una de las principales medidas es la colaboración entre el sector público y el sector privado dentro de un mismo destino turístico, así como con otros destinos.

Paralelamente, “es aconsejable crear vínculos con residentes y turistas”. Esta red de relaciones tiene como objetivo intercambiar acciones encaminadas a mejorar la innovación, incrementar la diferenciación y la co-creación de servicios turísticos. Es por ello que cabe destacar la importancia de las acciones de comunicación con las empresas, los turistas y los propios residentes.

“La adopción de iniciativas inteligentes en sus estrategias turísticas permite a los destinos la construcción de una industria turística competitiva, sostenible e inclusiva que contribuya en gran medida al bienestar de la comunidad local”, concluye Díaz. Fuente:agenttravel.es