Si te digo que ahora vamos a hablar de Medellín, seguramente tu cabeza viaje hasta Colombia y pensarás en la que es la segunda ciudad más poblada del país sudamericano. Pero nos vamos a quedar mucho más cerca, en Extremadura, y más concretamente en la provincia de Badajoz, para conocer el pequeño pueblo que luce ese nombre, y del que han derivado las demás.

Metellinum, en honor al cónsul Quinto Cecilio Metelo Pío, fue el nombre romano de esta villa que ya existía mucho antes, poblada por los entonces llamados lusitanos. De aquella época quedan todavía restos que se pueden visitar, destacando el yacimiento arqueológico del Teatro Romano, un teatro construido aprovechando el desnivel del terreno, de bastante buen tamaño (con capacidad para unos 800 espectadores) y en un excelente estado de conservación.

Pero este teatro romano no es el único patrimonio de esta localidad. Fruto de su ubicación, en una confluencia de caminos y al borde de la Vía de la Plata, la localidad siguió manteniendo su importancia, aunque por diferentes sucesos históricos parte de ese patrimonio y de esa huella de las culturas que pasaron por aquí fue destruido, especialmente durante la guerra con los franceses de principios del XIX.

Así, en lo más alto de la población, encontramos un castillo del que ya se tienen referencias históricas del siglo X, encontrado en escritos musulmanes, y que vivió épocas de esplendor hasta el siglo XVI. En cuanto al patrimonio religioso, hay que señalar la Iglesia de Santiago Apostol, que se encuentra a los pies del castillo, la Iglesia de San Martín Obispo, tan antigua como la anterior, y la Iglesia de Santa Cecilia, que ya es del siglo XVI.

Pero si por algo es conocido Medellín es por ser cuna de conquistadores. Muchos fueron los nacidos aquí que tuvieron andanzas de renombre por lo que entonces se llamaba el Nuevo Mundo. De ahí bebe su nombre, como ya hemos dicho, la ciudad colombiana de Medellín y otras dos, menos conocidas, que podemos encontrar en Argentina.

Naturales de Medellín fueron Alonso Martínez de Rivera, fundado de Camaná, o Alonso Ojo de Plata, uno de los promotores de la fundación de Caracas. Y por supuesto, Hernán Cortés, uno de los nombres más famosos de esta parte de la historia de España y América. En Medellín podemos encontrar una plaza que lleva su nombre, una plaza no elegida al azar, pues en ella se encontraba su casa natal, de la que solamente se conservan unos restos que están a la vista.

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Foto 1 | Flickr – Encuentroedublogs
Foto 2 | Flickr – Ángel M. Felicísimo