Japón es un de los destinos más buscados por los viajeros de todo el mundo. Normalmente, las ciudades más importantes del país pueden ser las elegidas para viajar, pero a parte de las más conocidas, hay otras que también son un importante destino para descubrir. Fukuoka es una de esas ciudades no tan visitadas y que pueden convertirse en un lugar a descubrir.

Esta ciudad es la quinta más importante del país y está ubicada en la costa norte de Kyushu. Su principal actividad está orientada al comercio y los negocios, aunque a lo largo de los últimos años recibe a muchos viajeros que buscan conocer un poco mejor el país. Su origen se data en 1889, cuando la ciudad de Fukuoka se anexionó la población de Hakata. El resultado de esa fusión es la ciudad al que nos referimos hoy.

Qué ver en Fukuoka

En esta ciudad vamos a encontrar un rico patrimonio arquitectónico. Uno de los más importantes es el castillo de Fukuoka, que tiene como características un conjunto de murallas concéntricas. En el centro del dibujo que marcan las murallas se encuentra un edificio que permite obtener una vista de 360º de la ciudad. Esto atestigua la importancia del castillo como elemento defensivo de la ciudad.

El santuaro sintoista de Gokoku, que rinde homenaje a una gran cantidad de personas que murieron en las guerras, es otro de los edificios que hay que visitar. Para pasear, no hay que olvidar el parque Ohori. Este está compuesto por un estanque, en el que hay varios islotes. Un camino bordea todo el parque y un conjunto de puentes une todos los islotes y se puede llegar hasta ellos. Al anochecer, cada islote se ilumina de un color diferente y crea un curioso contraste.

La gastronomía de Fukuoka

La gastronomía de Fukuoka es otro de los argumentos que se pueden esgrimir para descubrir esta ciudad. Los platos más conocidos es el hakata ramen, una sabrosa sopa de fideos que se condimenta con carne de cerdo, soja, cebollino, mostaza, sésamo, jengibre encurtido, setas, patata y sake para cocinar.

Otro de los productos típicos es el licor shōchū. Esta bebida marida muy bien con la cocina local y es de consumo habitual en la ciudad. Para los aficionados del sushi y el sashimi, está el saba, que es el nombre que recibe la caballa, una de las especialidades de la ciudad. La caballa se captura en otoño e invierno, pero los habitantes de Fukuoka los consumen durante todo el año.

Hay muchos lugares donde disfrutar de estos platos, pero hay dos que destacan. Uno es el mercado de pescado fresco Yanagibashi. El otro es el centro comercial subterráneo de Tenijin Chikagai. En él hay dos pasillos que se extienden por medio kilómetro por debajo de la zona de Tenijin y alberga 159 puestos de varios productos.

Además, comer en esta ciudad es muy económico. En muchos restaurantes puedes disfrutar de un cuenco de ramen por 280 yenes, que equivale a unos dos euros. Si se eligen los puestos callejeros de yatai, el precio puede ser todavía más bajo. Fuente: porconocer