No, ya sabemos que Palma de Mallorca no es solo verano y playas. La capital balear ofrece a sus visitantes descubra la ciudad de una manera diferente, sin los rigores del calor y todavía sin el frío como compañía. Palma de Mallorca ve como la mayoría del turismo desaparece, aunque sigue manteniendo la vida y el pulso que la convierte en un destino indispensable en cualquier época del año. Estas son alguna de las cosas que se pueden hacer en Palma de Mallorca en otoño.

El paseo por el casco antiguo es algo fundamental en cualquier época del año. Pero en verano puede ser complicado porque hace demasiado calor y hay mucha gente en la ciudad. Las calles empedradas de Palma de Mallorca llevan al visitante por una ciudad donde la historia está presente y viva. Desde la Catedral de la Seo hasta el Palacio de la Almudaina ofrecen unas vistas espectaculares para esos días de asueto.

Si la playa es uno de los lugares que no hay que dejar de visitar durante estas primeras semanas del otoño, la playa de Can Pere Antoni es ideal. Se trata de la playa urbana de Palma, así que es muy adecuada para disfrutar mientras se puede, y sin las aglomeraciones de julio y agosto.

Otra de las opciones es aprovechar para hacer una relajante ruta en bicicleta por la Bahia de Palma. No es una ruta exigente, está pensada para disfrutarla con calma y permite detenerse en cualquiera de los chiringuitos de playa. Así que no es para deportistas exigentes, pero se puede hacer para disfrutar del paisaje.

El tapeo también es importante y en septiembre es más fácil encontrar un sitio donde hacerlo. El barrio de Santa Catalina es uno de los lugares más interesantes donde detenerse a disfrutar de una sabrosa tapa y una refrescante bebida. Para comer, es posible acercarse hasta el Mercado del Olivar. No es precisamente tranquilo y se disfrutan platos nacionales e internacionales.

Las visitas culturales, como la Fundación Miró o Es Baluard Museu d’Art Contemporani, son otro de los alicientes que pueden convertir un viaje en Palma de Mallorca en septiembre como algo muy atractivo. Ambos espacios tienen muchas exposiciones, tanto temporales como fijas.

Y para terminar la jornada, no hay nada mejor que realizar un paseo nocturno por el Paseo Marítimo de Palma. Un broche de oro para sentirse muy bien durante ese viaje para conocer Palma de Mallorca fuera de los meses estivales. Fuente: porconocer