Toulouse, conocida como la Ville Rose por el característico color de sus edificios de ladrillo, es una ciudad vibrante del sur de Francia que combina historia, modernidad y una energía cultural inigualable. Aunque es famosa por su industria aeroespacial y su ambiente universitario, Toulouse también es un tesoro para los amantes de los museos.

El Musée des Augustins es el museo de bellas artes de Toulouse y uno de los más antiguos de Francia. Ubicado en un antiguo convento gótico del siglo XIV, este museo ofrece una experiencia única en la que la arquitectura se fusiona con una valiosa colección de esculturas románicas y obras de arte que abarcan desde la Edad Media hasta el siglo XX.


Toulouse es la capital europea de la aeronáutica y el espacio, y esto se refleja claramente en la Cité de l’Espace, un museo interactivo único dedicado a la ciencia espacial. Perfecto para familias, curiosos y soñadores del cosmos. Es interesante conocer la réplica del tamaño real del cohete Ariane 5, además de módulos espaciales reales como la Mir. Sin duda es un sitio espectacular para los amantes de este tipo de museos.

Justo al lado de la Basílica de Saint-Sernin, el Musée Saint-Raymond se ubica en un edificio del siglo XVI y alberga una impresionante colección de antigüedades romanas. Si te interesa la historia antigua, este lugar te transportará a la época en que Toulouse era conocida como Tolosa. Las esculturas romanas de Villa Chiragan, forman parte de los atractivos.

Ubicado en el Hôtel d’Assézat, un palacete renacentista de belleza impecable, la Fondation Bemberg es un museo alberga la colección privada de Georges Bemberg. Una joya oculta en pleno centro histórico que sorprende con su refinamiento y diversidad. Los muebles, arte decorativo y miniaturas antiguas también son opciones interesantes a la hora de realizar un recorrido por este museo. Fuente: porconocer