Madeira es un destino muy solicitado por quien quiere disfrutar de la naturaleza, la playa y el mar. Pero Madeira no es solo grandes y atractivas playas, sino que también se puede disfrutar de días intensos haciendo rutas por los frondosos bosques que crecen por toda la superficie del archipiélago. Muchas de estas rutas tienen algo en común: discurren junto a las levadas.

¿Qué son las levadas? Este nombre lo reciben las canalizaciones de agua que se utilizan para el riego y que aprovechan el desnivel del terreno para llegar desde las fuentes hasta los lugares donde se necesita el agua. Normalmente, nacen al norte de la isla y llevan el agua hasta el sur. La primera que se construyó fue la levada de Santa Lucía o Levada del Baltazar, en la capitanía de Funchal. El más importante es la Levada de Rabaçal, que se inauguró en 1836.

Junto a cada levada hay un pequeño camino, que recibe el nombre de traste o explanada. Y precisamente por esos caminos es por donde se pueden realizar varias rutas de senderismo que cautivan a los visitantes de la isla. Las rutas que acompañan a las levadas permiten descubrir parajes únicos, que atraviesan los bosques de laurasilva que crecen por Madeira.

Estos bosques están compuestos por plantas y árboles que favorecen la absorción del agua de la lluvia. Helechos, laurel, tilo, sauces, hayas, hiedra y muchas más, que son endémicas y que solo crecen en Madeira. También se puede encontrar una gran cantidad de eucaliptos, que son plantas invasoras y que pueden afectar a la salud de la flora local.

Muchas de estas rutas son muy sencillas de realizar, así que no entrañan mucha dificultad. Eso sí, para poder disfrutar de ellas con toda seguridad, hay que estar bien equipado. Ropa cómoda y calzado antideslizante, porque se camina por terrenos mojados, son dos cosas fundamentales para adentrarse en estas rutas de senderismo por Madeira.

Aguna de estas rutas que siguen a las levadas discurren por terrenos que bordean acantilados, otras discurren por los exuberantes bosques de laurasilva, otras por terrenos más áridos y formados por rocas… Un sinfín de rutas que permiten adentrarse en el corazón de Madeira y descubrir su belleza natural. Fuente: porconocer