Noruega es un país famoso por sus fiordos, montañas y auroras boreales, pero más allá de sus destinos más turísticos, hay rincones sorprendentes que pocos viajeros exploran. La primavera es una de las mejores épocas para descubrir estos lugares menos conocidos, cuando la nieve comienza a derretirse, los días se alargan y la naturaleza florece. Aquí te presentamos algunos destinos ocultos en Noruega que vale la pena conocer esta temporada.

Ubicada al norte del país, la isla de Senja es un destino increíblemente hermoso pero menos visitado que las Lofoten. En primavera, sus montañas escarpadas comienzan a despejarse de nieve, revelando senderos espectaculares con vistas impresionantes al océano Ártico. Puedes conocer el Parque Nacional Ånderdalen, aprovechar sus miradores y disfrutar de la naturaleza.


Røros es un pequeño pueblo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, famoso por sus casas de madera y su legado minero. En primavera, la nieve comienza a retirarse, dejando al descubierto paisajes verdes y perfectos para recorrer a pie. Este sitio tan bonito y desconocido puede ser ideal para vivir grandes experiencias en los mercados locales y conocer la Mina de Cobre de la zona.

Ubicadas cerca de Molde, las Cuevas de Trollkirka (o «Iglesia de los Trolls») son un conjunto de cavernas con cascadas subterráneas de aguas cristalinas. La primavera es la mejor época para visitarlas, ya que el deshielo alimenta las cascadas, creando un espectáculo impresionante. Puede ser una gran excursión para conocer una zona que no muchos turistas conocen en Noruega.

Declarado Patrimonio de la Humanidad, el Archipiélago de Vega es un conjunto de más de 6,000 islas en la costa de Helgeland. En primavera, la vida silvestre es abundante, especialmente las aves marinas que anidan en la zona. Conocer su patrimonio, descubrir la vida tradicional de los pescadores y dar un paseo en kayak, pueden ser grandes experiencias que te esperan en este sitio. Fuente: porconocer